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“Aprende como si fueras a vivir siempre”

Educadora de párvulos y magíster en educación diferencial, con vocación en una línea poco común: la Educación hospitalaria. Además es mamá de León y Pelayo, “sus pequeños maestros”, como ella misma los define, y con quienes ha ido mostrando en su cuenta @ideah_experienciasyjuego algunas actividades para aplicar con niños/as hospitalizados.

Por su propia necesidad de estar en contacto con la naturaleza y el darse cuenta de lo bien que les ha hecho a sus alumnos/as, ha ido innovando en la manera de ejercer la pedagogía hospitalaria, incluyendo la educación al aire libre, basada en la naturaleza.

En esta entrevista nos cuenta parte de su trayectoria profesional, qué es la educación hospitalaria y cómo, desde el primer día, supo que era a lo que quería dedicarse para siempre.

 

Camino recorrido:

Primero estudié educación de Párvulos y luego hice un magíster en Educación Diferencial, además de cursos de Arte que sin duda es algo que me encanta hacer y enseñar. Mi trayectoria siempre ha estado marcada por una fuerte vocación social, lo cual ha ido permeando en todas mis decisiones profesionales.

El 2010 hice mi práctica profesional en el Aula del Hospital de la Universidad Católica y desde esa fecha he buscado permanentemente dedicarme a la Educación Hospitalaria. Desde ese primer día supe que era lo que me apasionaba y a lo que quería dedicarme el resto de la vida.

Luego de harta búsqueda, trabajar en dos fundaciones y participar en un proyecto de educación en Etiopía, el año 2013 finalmente logré entrar a trabajar en Educación Hospitalaria a través de la Fundación Inclusiva, cuando empezaron con el Aula en la Clínica Santa María. Después de un tiempo me llamaron de Fundación Integra para un proyecto en el Hospital Roberto del Río, donde estuve 4 años trabajando a tiempo completo. Ahí aprendí muchísimo y uno de los temas más destacables del modelo de trabajo era la coordinación con duplas psicosociales (Psicóloga y Trabajadora Social). Dentro de muchas cosas me di cuenta de que me encanta trabajar con los niños/as y sus familias, y que tengo facilidad para llegar a ellos. Me siento con una especie de don que quiero aprovechar, junto con la vocación y empatía para acompañar desde lo educativo y emocional a los niños/as en situación de enfermedad. 

El año 2018 partí con mi proyecto IDEAH (Innovación y Desarrollo en Educación Hospitalaria), y gracias al financiamiento de la Beca Aporte País de la Fundación Mustakis, pude hacer una pasantía en una Comunidad de Escuelas Hospitalarias en Londres para aprender nuevas metodologías en educación hospitalaria. Ahí comencé una página de Instagram donde comparto juegos y experiencias fáciles y entretenidas para hacer con niños/as hospitalizados, además de mostrar este mundo a quienes no lo conocen. 

Volví en octubre del año pasado a trabajar a la Fundación Inclusiva, específicamente en el Aula del Hospital Regional de Rancagua, pero en el contexto de la pandemia también me encuentro realizando clases virtuales a niños/as de la Clínica Santa María y el Hospital Clínico de Magallanes.

El Aula del Hospital Regional de Rancagua es un proyecto nuevo que me permite, en paralelo, avanzar en la implementación de mi proyecto IDEAH. Sin embargo, producto de la pandemia y el no poder estar de manera presencial, he tenido que volver a repensar el proyecto, adaptarse e innovar respondiendo a las necesidades actuales. Por eso ahora comencé a ofrecer acompañamiento educativo personalizado para niños/as en situación de enfermedad y sus familias, y que no necesariamente asistan a un aula o colegio.

Educación Hospitalaria:

La educación hospitalaria responde al derecho de todos los niños/as y jóvenes a aprender en igualdad de condiciones, y en Chile existe oficialmente desde 1999. A la fecha existen 52 escuelas y aulas hospitalarias reconocidas por el Mineduc y este número afortunadamente va en aumento.

Existen 3 modalidades de atención: en el Aula Hospitalaria (el acto educativo en una sala de clases del recinto hospitalario), en la sala de hospitalización y la atención domiciliaria.

Las aulas son unidades educativas de apoyo con características especiales y que funcionan dentro del hospital, con el objetivo de proporcionar atención educativa y garantizar la continuidad del proceso educativo de los escolares hospitalizados y/o en tratamiento médico ambulatorio

Los niños/as que pueden optar para matricularse en un Aula Hospitalaria son quienes padecen de patologías crónicas o enfermedades que requieren hospitalización, y su derivación está a cargo del médico tratante.

Algo importante de resaltar es que la educación hospitalaria es compensatoria, es decir, no reemplaza (ni pretende hacerlo) a la escuela de origen. El Aula Hospitalaria permite que un niño/a y joven continúe sus estudios regulares mientras permanezca hospitalizado o en tratamiento médico.

Por las características de los alumnos/as debe ser flexible, permitir adecuaciones curriculares y respetar los ritmos de aprendizajes en forma individual de cada alumno/a. Además de un trabajo constante con las familias de los niños/as.

¿En qué estás hoy? 

Estoy en dos cosas en paralelo. Por una parte, mi trabajo en la Fundación Inclusiva en el Aula Hospitalaria del Hospital Regional de Rancagua, donde trabajo con un equipo increíble. Y ahora por la pandemia se nos agrandó aún más el equipo porque estamos trabajando junto a los profesores y profesionales del Aula de la Clínica Santa María y del Hospital de Magallanes. Yo específicamente trabajo con los niños/as de educación inicial y también hago clases de Arte para todos los alumnos/as, desde pre-kinder a IV Medio.

A lo otro que me dedico es a avanzar en el proyecto IDEAH, el cual inicié el año 2018 con el objetivo de aportar a la educación hospitalaria en Chile. Como les contaba, actualmente está un poco parado producto de la pandemia, pero siempre estoy buscando formas de adaptarnos para seguir probando el contenido. En la cuenta de IG comparto juegos, actividades y experiencias que están pensados para hacerlas con niños/as en situación de enfermedad, alguna de las cuales ya las he hecho con mis alumnos/as y otras que las he ido probando con mis hijos.

¿Cuál es la respuesta y acogida de los niños que están hospitalizados?

En general siempre hay buena acogida, son muy felices y existe la necesidad de acompañamiento desde lo educativo y emocional. En el Hospital Regional de Rancagua nos ha tocado trabajar con muchos niños/as de la UTI-UCI, lo cual ha sido más desafiante, pero siempre agradecen un montón salir de la rutina, olvidar un rato su situación de enfermedad, poder jugar y conectar desde sus gustos e intereses.

Estoy convencida de la importancia y el impacto que tiene en los niños/as y sus familias el poder jugar y el estar en contacto con la naturaleza y hay muchos estudios que lo demuestran (Louv, 2005; Bird, 2007; Barton y Pretty, 2010; Freire, 2011 ). Es por eso que, en la medida de lo posible, los llevo a los jardines del Hospital y hacemos los juegos y actividades afuera. Y cuando no es posible sacarlos, a veces hacemos actividades con elementos naturales para llevarles un poco de naturaleza, que es totalmente terapéutica.

Una frase que me identifica y resume un poco lo que pasa en educación hospitalaria es esta de Ghandi: “Vive como si fueras a morir mañana, aprende como si fueras a vivir siempre”.

Personas compartiendo. Vínculo y comunicación.
El juego es un espacio lleno de sentido para el desarrollo

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