Para la ilustradora botánica Geraldine MacKinnon la acuarela se transformó en la técnica principal para su arte y su práctica. Desde ahí gestó la necesidad vital de involucrarse en todo el proceso del material con el que trabajaba dando vida a Piedras y Agua.
Por Soledad García-Huidobro Fotos Agradecimiento Geraldine MacKinnon
Geraldine MacKinnon construyó un lazo potente con la naturaleza y las piedras mientras estaba en Isla de Pascua el año 2006. El 2008 decidió dedicarse por completo a la ilustración científica, especializándose en ilustración botánica. Después de muchos años pintando con acuarela casi a diario, a finales del 2015 empezó a preguntarse cómo estaban hechas, cuáles eran sus ingredientes, cómo sería hacer sus propios colores para pintar. Así nació su emprendimiento de acuarelas llamado Piedras y Agua (@piedrasy_agua).
- ¿Cómo comenzó tu investigación para elaborar con tus propias manos las acuarelas?
Empecé a buscar literatura sobre los materiales de arte y esa búsqueda se transformó en una larga investigación que me llevó a conocer a varios maestros del color a nivel mundial y a otras artistas que como yo, estaban indagando en el mundo de los pigmentos. Desde ese momento, ha sido una práctica constante que se va perfeccionando con el tiempo y la experiencia.
- ¿Cómo es el proceso de elaboración de cada una? con qué materiales trabajas?
Trabajo con pigmentos minerales inorgánicos, otros orgánicos y algunos pigmentos modernos (pigmentos artificiales que fueron inventados durante la Revolución Industrial). Todos son parte de la larga tradición de la pintura. Aunque muchos de mis pigmentos son naturales, pues se trata de piedras y minerales, no deben ser confundidos con saludables. Estos pigmentos se procesan de diferentes maneras, ya sea moliendo en un mortero, mediante levigación (lavado para separar las partículas de color del material que no sirve), etc. Luego se mezclan con el aglutinante que en el caso de la acuarela, es goma arábiga. Para conseguir una pastillita de acuarela sólida de buena calidad se necesita al menos una semana de trabajo.
- ¿Cómo obtienes los pigmentos y qué colores son los más difíciles?
Los pigmentos los obtengo de diversas maneras, principalmente desde fragmentos de rocas, tierras que consigo o me mandan, y pigmentos que obtengo de distintos proveedores. Los colores más difíciles de preparar para lograr un buen resultado son todos aquellos que tienen un peso molecular muy liviano, y que al secarse pierden gran parte de su volumen. Los colores que tienen esa característica son todo un desafío para mí.
- ¿Qué es lo que más te fascina del proceso?
Lo que me atrae más es el trabajo manual en sí mismo, son las horas haciendo las distintas tareas, probando fórmulas y fabricando acuarelas. Es un tiempo que paso en solitario, muy tranquila, conectada con mi cuerpo y con los colores y minerales que me encantan. Me gusta mucho probar los colores, pintar con ellos y ver cuáles son sus posibilidades. También disfruto mucho cuando las personas que usan PyA (Piedras y Agua) me mandan fotos de sus trabajos y me cuentan cómo les va con sus colores. El hacer artesanía es algo que me estimula y me mantiene muy creativa.
- Tú además eres ilustradora, ¿cómo se complemente esto de ser artista y artesana a la vez?
Es un complemento muy bonito, porque la experiencia que he adquirido como pintora es muy útil a la hora de crear colores para otros, pues sé lo que los artistas buscan y qué les gusta, también qué es diferente y cómo podemos enriquecer nuestro trabajo y sobre todo, la relación con los materiales. Para mí los materiales de arte son algo muy muy importante, que debería ser fuente de inspiración y de placer estético para los creadores. Además, el trabajo artesanal ha abierto mi mente artística y me ha ayudado a traspasar los límites más estrictos de la ilustración científica, que tienen a encasillar la creación. Esto me ha dado una libertad enorme y eso me hace muy feliz.
- ¿Cuál es la gran característica que tienen las acuarelas de Piedras y Agua?
Estas acuarelas están hechas con pigmentos seleccionados tanto por sus características físicas calidad, materialidad) como por su color y el lugar que tiene en la historia del arte y la utilidad en la paleta de un artista. Todos los colores tienen una razón de ser en el catálogo, y están procesados a mano, con ingredientes naturales tradicionales y molidas sobre granito, usando las mismas recetas y herramientas que los maestros del Renacimiento. Es una larga tradición que continuó durante la Revolución Industrial con los Colourmen de Inglaterra y USA y que traigo a nuestro país, ahora como Colourwoman.
Son colores hechos por una artista para los artistas.