Paula Hamdorf es la gran mujer que ha formado Braintoys, una empresa que busca llevar el poder del juego a la mayor cantidad de rincones del mundo. Convencida de que el trabajo colaborativo es el que da los mejores resultados en las empresas, nos habla de las cualidades que manejamos como género en el Día Internacional de la Mujer.
Por Soledad García-Huidobro
¿Cómo funcionó tu olfato femenino cuando viste el poder de este juego por primera vez?
Más que femenino, yo diría maternal...
Mi olfato femenino se relaciona directamente a mi experiencia desde que fui mamá.
En una búsqueda por encontrar herramientas lúdicas para la crianza y educación de mis hijos, nació Braintoys. Buscaba llevar el poder del juego a otras mamás y mujeres, pero creo que es muy importante subrayar que, como la educación no está sólo en las manos de nosotras, las mujeres, sino que en una sociedad que se compone también de hombres, tomé el camino de hacer desarrollos para educadores, familias y colegios.
A lo largo de estos años ha sido muy emocionante ver cómo el juego con Braintoys ha contagiado a miles de personas, niños, padres, abuelos, educadores, terapeutas, etc...
¿Cuál sientes que es el aporte de tu visión, la visión femenina, en una empresa y específicamente en Braintoys?
Aquí nuevamente me conecto con la maternidad, ya que los padres sin haber estudiado educación, tenemos el rol formativo con nuestros hijos todos los días, a toda hora.
Por un lado está mi visión de mamá educadora, que por supuesto tiene un impacto en cada uno de los juegos que he ido escogiendo a lo largo de estos años para Braintoys. También están los programas que hemos desarrollado para la Fundación Braintoys que tiene su génesis en esa visión más integral y flexible que tenemos las mujeres donde hemos ido armando soluciones a la medida gracias a nuestra maravillosa capacidad de adaptación. Esta es una cualidad increíble de género que conduce a la empresa a obtener el máximo rendimiento en diferentes momentos y/o requerimientos, así como encontrar diversas oportunidades y soluciones en cualquier instancia.
En Braintoys trabaja un equipo multidisciplinario. ¿Cuál es la riqueza de trabajar con equipos diversos y cuál sientes que es el aporte femenino dentro de ellos?
Si bien valoro el poder femenino y mi equipo se compone principalmente por mujeres, a lo largo de estos años he ido escogiendo a mis compañeros de ruta por sus capacidades, independiente del género.
Y lo más lindo es que la vida, durante esta ruta, me ha ido poniendo en el camino a grandes mujeres. Siendo honesta no es que yo me propuse construir una empresa solo con mujeres, pero ellas han ido apareciendo en camino. Día a día recibo grandes aportes y miles de aprendizajes de cada una de estas mujeres que han sido claves para poder construir este sueño que se llama Braintoys.
Sobre el aporte femenino está el que somos proactivas, prácticas, empáticas, acogedoras, trabajadoras, responsables y multifuncionales. Somos persistentes y tenaces, además de siempre querer superarnos, por lo que trabajamos duro para conseguir nuestros objetivos fijados y obtener mejores resultados. He podido comprobar de manera personal y a la cabeza de un equipo, cómo el fracaso para las mujeres constituye una plataforma para alcanzar el éxito.
¿Sientes que como mujer hay un mayor esfuerzo en tener que validarse dentro del rubro?
Siento que personalmente no he vivido la experiencia que se me cierren puertas por ser mujer, sino que cuando me ha costado abrir puertas tiene que ver más con que existen lugares donde cuesta más llevar la importancia del juego y del aprendizaje, que se entienda que el aprendizaje no termina con la culminación de la vida escolar.
Creo que las dificultades que enfrentamos las mujeres muchas veces están asociadas por la dificultad de la compatibilización entre el rol de madre y la vida diaria. En lo personal me ha costado liderar una casa, una empresa y una fundación.
La pandemia ha dejado más al descubierto los dolores que vivimos las mujeres en relación a nuestras labores. Hay muchos deberes que históricamente se han asumido desde la mujer como la crianza, organización de la casa, y todo esto tiene un alto costo físico y mental, de cansancio y agobio y se hace necesario repartir los roles y deberes porque nos compete a todos los integrantes de una familia realizarlos.
Profundizando un poco más, ¿cómo ha sido tu experiencia de compatibilizar y equilibrar el rol de mamá y empresaria? ¿Cómo trabajas ese tiempo y dedicación?
El ser empresaria es un trabajo 24/7 al igual que el ser mamá. Entonces, por supuesto que es difícil porque son muchos los temas que hay que conciliar día a día. Pese a esto, soy una agradecida de la vida por haber logrado construir buenas redes de apoyo, poder tener a alguien que me ayude en la casa, contar con mi mamá que me ayuda con mis hijos, vivir en una comunidad donde nos apoyamos entre las vecinas, y destacar el tener dos hijos que han sido muy comprensivos, que también se sienten parte de mi trabajo y por esa razón ellos me colaboran.
Muchas veces los hijos se ven perjudicados por el déficit de tiempo que uno les puede dedicar, porque claramente el ser mamá y empresaria tiene sus costos, pero soy una agradecida por lo comprensivos y apoyadores que son conmigo.
Valoro mucho el tiempo de calidad, como mi vida es bien intensa, hace unos años me propuse que era mucho más sano y enriquecedor que el tiempo que estaba con mis niños fuera de plena dedicación a ellos.
