¿Qué es la estimulación sensorial?

Muchas veces hemos escuchado hablar sobre la estimulación sensorial, su importancia e impacto en el desarrollo, pero ¿qué es la estimulación sensorial? En este artículo, explicaremos qué es, la importancia en el desarrollo infantil y cómo podemos utilizar esta estimulación de manera efectiva para fomentar el aprendizaje y el bienestar emocional.

¿Qué es la estimulación sensorial y su importancia?

Antes que todo, debemos entender que la estimulación sensorial, en palabras sencillas, se refiere al proceso mediante el cual nuestros sentidos reciben información del entorno y la procesan para formar una percepción significativa.

La importancia de esta se basa en que toma un papel clave en la selección de información relevante para el aprendizaje. Nuestro cerebro procesa los sentidos del olfato, gusto, tacto, oído, visión, sistema vestibular y propioceptivo para lograrlo.

Así, al estar leyendo esta columna, tu cerebro “automáticamente” está inhibiendo otros estímulos (los sonidos de afuera, si algo nos queda incomodo de la ropa, etc), de tal manera que tú puedes estar en calma leyendo este reportaje.

Esto es un continuo sinfín que pasa en tu cerebro y en el mío (y en el de todos los seres humanos) en cada momento.

Te invitamos a leer nuestra nota sobre procesamiento sensorial para una mayor y mejor comprensión.

Desorden en la estimulación sensorial

Existen ocasiones en las que el cerebro no logra procesar adecuadamente los estímulos sensoriales, lo que se conoce como desorden en el procesamiento sensorial. Este fenómeno implica una organización atípica de los sistemas sensoriales de una persona, lo que afecta cómo percibe y reacciona ante el entorno. Como resultado, algunas personas pueden mostrarse reacias a recibir ciertos estímulos sensoriales, actuar con torpeza en sus movimientos o parecer aletargadas frente a diferentes situaciones.

Este tipo de desorden tiene un impacto significativo en varios aspectos de la vida, incluyendo el aprendizaje, el bienestar físico y emocional. Un procesamiento sensorial equilibrado es esencial para que tanto niños como adultos puedan aprender de manera efectiva y sentirse cómodos en su día a día.

La capacidad de regular adecuadamente la estimulación sensorial no solo depende de nuestro entorno y las circunstancias que nos rodean, sino también de nuestra capacidad emocional y otros factores relevantes. En el marco de la teoría de la integración sensorial, es crucial reconocer la influencia de estos elementos en nuestra capacidad de procesamiento. Es fundamental que el cerebro pueda seleccionar, organizar, inhibir y priorizar la información sensorial que recibe para mantener un estado de regulación adecuado.

En algunas personas, el desorden se manifiesta como una hiperrespuesta, es decir, su cerebro recibe una gotita de información y la significa (o modula) como una gran información, provocando que observemos conductas como gritar, llorar, pegar o huir. Un ejemplo de esto en los niños es la hipersensibilidad táctil. Ellos experimentan una respuesta exagerada a estímulos táctiles que la mayoría consideraría no dolorosos o incluso imperceptibles. Por ejemplo, pueden sentirse extremadamente incómodos con las etiquetas de la ropa, las texturas de ciertos tejidos o el contacto físico casual, como un abrazo o un roce accidental.

Desregulación de la estimulación sensorial

En otras ocasiones, encontramos una desregulación que se expresa con hipo respuestas, es decir la información que llega a nuestro cerebro no es suficiente para que él lo registre. Es el caso de los niños que están siempre “volando bajo” y pasan las cosas a su alrededor y no logran registrar la información; o también es el caso de las personas que comen y quedan sucias sin darse cuenta. Es como si la información que hay en el ambiente “no les alcanzara” para que su cerebro note que está ahí.

Estos perfiles se presentan, en la mayoría de las ocasiones, con una sensación de frustración y escasa autoeficacia percibida y comienza a mermar ámbitos socioemocionales.

Es importante si observamos estas conductas, buscar ayuda de un profesional especializado en integración sensorial.

¿Cómo puedo apoyar en casa?

Si bien esto es general ya que cada sistema sensorial (olfativo, gustativo, vestibular, táctil, propioceptivo, visual, auditivo e interoceptivo) tienen sus propias especificidades sobre cómo regularles, por lo tanto, les hablaré de algunas estrategias para ayudar los niños y niñas (y a nosotros/as mismos/as) a regularse cuando lo necesiten.

Ante un perfil que tiene a hiper respuestas, debemos proponer actividades calmantes:

Observar los estímulos del ambiente (bajar el nivel de luz, sonidos del ambiente que sean rítmicos y con un nivel de volumen bajo, hablar con un tono de voz bajo, pausado y rítmico).
Realizar actividades que otorguen movimientos lineales y suaves, por ejemplo, en un columpio.
Ofrecer sabores suaves y dulces.
Dar estímulos de tacto profundo, como masajes.
Proveer la posibilidad de tener frazada con mayor peso (Sensación de estar cobijado).
Hacer pausas en las actividades de estimulación sensorial.
Ir haciendo progresiva la exposición a estímulos.

Ante un perfil que tiende a las hipo respuestas, propondremos actividades estimulantes y excitatorias:

Aumentar estímulos sensoriales.
Evitar? Producir?Estímulos inesperados.
generar? Temperaturas más frías (puede ser en una botella, o tener un gel de congelador), sabores más ácidos.
Hacer?Movimientos rotatorios y a mayor velocidad, en un columpio, o en la plaza.
Permitir exploración de estímulos.

Finalmente, las actividades que activan nuestro sistema músculo esquelético (sistema propioceptivo), son reguladoras por excelencia, y nos permiten sentir nuestro cuerpo en calma.