¿Cómo manejar el tema de las pantallas con tus hijos?
Radiografía del contexto, por la docente y especialista en neuroeducación Carolina Santibáñez:
Sin duda en este tiempo, querámoslo o no, ha aumentado el uso de la pantalla debido a que muchas veces es el único medio por el cual poder hacer clases, comunicarse con amigos y familiares e incluso, pasar tiempo libre. Pero es importante considerar que el uso de las pantallas tiene varios efectos en nuestros pequeños y lamentablemente, muchos de ellos no son positivos.
Dependiendo de la actividad que se haga frente al computador, tablet o televisor, estos dispositivos podrían ayudarnos a familiarizar a nuestros pequeños con la tecnología, permitir que se comuniquen con otros, a pesar de la distancia, obtener información e, incluso, algunos juegos interactivos, ayudan a desarrollar habilidades espaciales, visomotoras, de reacción, entre otras, pero ¿a qué costo?
Los últimos estudios también nos han develado que el uso de pantallas tiene efectos adversos que pueden ser muy significativos y es necesario considerar para mantener en control.
Lo primero es que los juegos electrónicos y aplicaciones interactivas se vuelven sobre estimulantes del sistema nervioso, lo que el cerebro traduce como estrés. Esto hace que nuestros niños puedan observarse más irritables, hiper activos, sensibles, con algunos problemas de concentración y, posiblemente, alternación del sueño.
Cuando el estrés es sostenido, además, puede originar daños permanentes a la salud, afecta a las defensas y se transforma en neurotóxico a nivel cerebral.
Por otra parte, las pantallas como celular, tablet o computador emiten luz azul, la cual, en grandes cantidades, pueden provocar fatiga ocular, daños a la visión y alteran el ciclo del sueño. Esto último puede reforzar aún más el ciclo del estrés.
Reflexión de la sicóloga Soledad López de Lerida
“Está bien que los niños sociabilicen, se entretengan y estimulen con la ayuda de la tecnología, pero que ella no reemplace los espacios de interacción física con personas y objetos.
¿En mi casa cuento con suficientes materiales para la estimulación? Por ejemplo, cuento con: bloques de construcción, imanix. pinturas, disfraces, materiales de desecho, herramientas de construcción, juegos de mesa, música, instrumentos musicales, comics, libros de actividades y lectura, huerta, etc.
¿Me reservo tiempo para compartir con mis hijos? Es importante la calidad, pero también la cantidad”.
Testimonios:
“Hoy tenemos la suerte de estar en una casa con jardín grande, por lo que no ha sido tema de las pantallas... Pasamos afuera prácticamente todo el día.
Pero en una rutina normal sólo mi hija Emilia de 3.10 meses ve TV cuando su hermano chico duerme siesta. No tenemos tablet, y a mi hijo chico no le interesan las pantallas por ahora”. María José Pucci.
“Extraño, pero a mis niños no les llama mucho la atención….. sí juego harto con ellos haciendo manualidades”. @marceladltv
”Con la pandemia hemos debido ser más flexibles con este tema. En realidad, ni siquiera ven todos los días ni mucho rato (nunca más de una hora), sólo algunas veces que nos coinciden reuniones importantes con mi marido o en ocasiones especiales”. Catalina Vicuña.
“Uff con mucho esfuerzo!! No ven nada!! @modocrianza
“En mi casa privilegiamos el uso de la televisión como instancia familiar para ver películas. Generalmente hacemos "viernes de película" en la cama de nosotros y el sábado los niños se la repiten. Mis niños no tienen acceso ni a celular ni a tablets para jugar”. María Jesús Edwards
“Con mucha culpa”. @sitameli
“En estos tiempos la pantalla ha estado más presente por las clases, las videollamadas con la familia y amigos. Pero si hay que encender una siempre hay un límite de hora y por lo general buscamos que ese tiempo sea una película en familia”. Camila Melin
“Muy poco! Una película al día y muchos juegos educativos”. @josevergarav
Algunas recomendaciones por Carolina Santibáñez:
1- Si es posible, cuando nuestros hijos estén conectados hablando con amigos o en clases, es fundamental mantenerlos cerca o bien, supervisar sus actividades cada cierto tiempo para evitar riesgos, ayudarlos a mantenerse concentrados en lo que deben realizar y monitorear su actividad en general.
2.- Para este contexto, donde las pantallas ocupan un espacio importante del tiempo de nuestros hijos e hijas, lo recomendable es intentar organizar su uso según prioridad.
Sabemos que en primer lugar las ocuparemos para realizar las labores escolares obligatorias, luego, podemos permitir su uso también para comunicarse con amigos o seres queridos.
Como las horas de exposición a los dispositivos electrónicos, pueden ser muy altas, solo realizando estas tareas obligatorias, lo mejor es incentivar que las actividades de tiempo libre se realicen sin dispositivos electrónicos, por ejemplo, pudiendo hacer puzles, juegos de construcción, hacer manualidades con materiales de desecho, leer y asumir labores de la casa.
3.- Es importante, además, transmitirles de manera clara y cercana a nuestros hijos e hijas, los riesgos del uso excesivo de estos dispositivos y también los eventuales riesgos que puede conllevar el uso de internet y los juegos electrónicos. Educar el autocuidado será fundamental para ir desarrollando autonomía y responsabilidad.