Hace un par de años fuimos de viaje con mi familia a una playa fuera de Chile. Y como me encanta madrugar y ver el sol salir desde el mar salí a la terraza sin despertar a nadie.
Mientras disfrutaba de los tonos del cielo, el mar y el color naranjo de las nubes, me di cuenta de que mis vecinos, un abuelo con su nieto de unos 10 meses habían salido también pero no se dieron cuenta de mi presencia.
¿Y qué fue lo que pasó?. Con un cariño enorme, el abuelo le iba explicando, con las palabras que correspondían, no con vocabulario de guagua, lo que iba sucediendo.
Lo que escuché fue “Mira las nubes como van volando en el cielo, ¿sabes por qué se mueven?. Porque el señor viento sopla, sopla y sopla y como las nubes son livianas ellas se van moviendo. Y, ves ese avión que va pasando por ahí?, como se llama eso? A-vión, a-vión” y la guagua miraba, apuntaba y se reía.
Después de un rato se dieron cuenta de mi presencia y junto con sonreírme, el abuelo le dijo al nieto “mira a la señora, ella también se levantó temprano para ver salir el sol del mar, sabes cómo se llama eso? A-ma-ne-cer, le gusta a usted señora el amanecer’”, y nos pusimos a conversar por un buen rato.
¿Cuál es la importancia de jugar con los niños?
Este tipo de escenas son las que poco a poco están desapareciendo. Al parecer vivir nuestra vida es mucho más importante que compartirla con nuestros hijos.
El WhatsApp de amigas es más importante que mirar a los ojos a nuestros niños, el revisar los mails es más importante que tener tiempo para leer juntos un cuento.
Revisar cuantos likes tiene mi última foto de Instagram está siendo más importante que jugar en la plaza.
Esta falta de empatía y compromiso con los que más queremos está minando las capacidades de nuestros hijos, estamos poniendo en pausa su desarrollo emocional y cognitivo, literalmente nos estamos FARREANDO los mejores años formativos de nuestros hijos, y esto debe parar YA.
Por algo los expertos dicen “El juego es IMPERATIVO para el desarrollo cognitivo de los niños”, no es que sea algo importante, es imperativo!!!!!, sin el juego los niños no se van a desarrollar de manera normal.
Y no estoy hablando del jueguito en el Tablet, estoy hablando de jugar con tierra, con bloques, con animales, con cajas vacías, con amigos, CON SUS PADRES Y HERMANOS.
¿Cuando fue la última vez que se tiró de guata a armar un fuerte con su hijo?, ¿saben sus hijos lo que son los castillos y fuertes?
Ustedes ni se imaginan todo el proceso del desarrollo cognitivo de un cerebro cuando está en contacto con otros, al aire libre, imaginando, creando.
¿Se imaginan a Newton sentado bajo un árbol chateando con sus amigos?, ni cuenta se hubiera dado de que se le cayó una manzana en la cabeza.
Nuestros niños NECESITAN jugar libremente, imaginar, crear, equivocarse y volverlo a intentar.
Es por esto que me da tanto gusto ver a mis niños del jardín infantil pasar largos ratos con los Imanix, armando naves espaciales, inventando historias de piratas, construyendo los edificios más altos del mundo y tantas cosas más!!!!
Los invito a hacerse cargo, a tomar la iniciativa y a dejar la inercia.
Tu hijo te necesita a ti, no a la tele, no al Tablet.
Nuestros pequeños te está pidiendo a gritos que lo mires a los ojos, que le leas un cuento y que juegues con él.
Tu hijo y tu niño interior te lo agradecerán por siempre.
Te lo doy firmado.
¡Diviértete, juega, y conecta con tu hijo! Te invitamos a unirte a nuestra comunidad en Instagram
Carolina Pérez Stephen - Educadora de Párvulos UC